En un mundo dominado por las prisas, los horarios y la actividad incesante, ¿qué te parecería poder desconectar durante unos minutos al dia?
En el día a día debe haber momentos para la actividad y también para la calma.
“El mundo es mucho más rico cuando hacemos sitio para diferentes velocidades”
Uwe Kliemt
La meditación diaria es un práctica muy beneficiosa para el organismo, sus efectos está comprobados científicamente. Estimula el sistema inmunitario, nos ayuda a estar más conscientes y serenos, potencia la creatividad, nos hace sentir más felices y alegres…etc.
Para meditar lo único que se necesita es voluntad y disciplina. Lo óptimo sería dedicarle cada un mínimo de 15-20 minutos, preferiblemente a la misma hora. Aunque realmente no se necesita nada especial para meditar, si no estamos habituados y nos cuesta encontrar el momento, disponer de un lugar que nos proporcione sensación de paz y calma, nos ayudará a adquirir el hábito diario de meditar.
Por tanto, comenzaremos por elegir un momento del día en el que sepamos que vamos a estar tranquilos, sin interrupciones. En mi caso, elegí la madrugada, pues ¿que mejor manera de comenzar el día?. Yo la llamo mi “hora mágica”. Adelantar el despertador para meditar puede resultar duro al comienzo, pero una vez lo conviertes en una rutina, os aseguro que merece la pena.
Una vez elegido el momento, la segunda pregunta es ¿Donde?. Para ello, os animo a convertir un rincón de la casa en vuestro “rincón de la paz”
Si disponemos de un lugar que nos inspire tranquilidad, calma y paz, nos resultará mucho más fácil serenar la mente.
Consejos Feng Shui para crear un “rincón de la paz”
Para comenzar, como decimos en Feng Shui, hay que buscar el ajuste espacio-función. Por tanto, lo primero es elegir el lugar de la casa que nos ayude a desempeñar la función, que en esta ocasión es relajarnos.
He tenido clientes, que vivían solos y han creado este rincón en su dormitorio, colocando una alfombra, una luz tenue y cálida, y un pequeño mueble en el que colocar los inciensos, velas…
En otra ocasión, un cliente tenía una pequeña habitación que utilizaba para la plancha y guardar trastos. La ordenamos y la convertimos en su “rincón de la paz”
Disponer de un lugar en casa destinado a esta función, y que invite a la calma, hace más fácil llevarla a cabo como disciplina diaria.
A tener en cuenta:
Iluminación
Recomiendo luces cálidas y tenues, una lámpara de sal por ejemplo, puede ser muy recomendable. Evitar luces intensas o de tonalidades blancas, porque generarían un ambiente poco acogedor y estimularían el cerebro, cuando lo que nos interesa el relajarnos. Incluso unas velas solamente, será suficiente.
Los colores
Los colores influyen sobre nuestras emociones y estado anímico, por tanto, se recomiendan colores que inciten a la relajación, tonos claros, violetas, terrosos, lavanda.
El mobiliario
Hay quienes les gusta meditar sentados con la piernas cruzadas, en posición de loto. En este caso con una esterilla y un cojín tipo zafu será suficiente. Otras personas prefieren meditar sentadas o tumbadas. Adapta el mobiliario para que te sientas cómodo, bien sea un sofa, una silla o simplemente una alfombra y un cojín.
Los sentidos
Los inciensos, las maderas sagradas como el Palo Santo o resinas como el Copal o la Mirra, son muy recomendables para ayudarnos a alcanzar un estado de realajación e introspección. Coloca en esta zona un pequeño altar o mueble donde disponer de un incensario. Si eres amante de los minerales y utilizas alguno para meditar, o bien, te gusta hacer sonar un gong o cuenco tibetano, tu “rincón de la paz” será el lugar idóneo para colocarlos.
Te animo a crear en casa tu “rincón de la paz” y a que descubras los maravillosos beneficios que la práctica de la meditación diaria te puede aportar.
En ocasiones, la soledad y el silencio pueden convertirse en grandes maestros.
Susana Amorín
Consultora e Instructora por la Escuela Europea de Feng Shui